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Carla Eymar: Una vida dedicada a la conservación marina

En Mujeres del Mar, nos enorgullece compartir historias inspiradoras de mujeres que están marcando la diferencia en la conservación marina. Hoy tenemos el honor de entrevistar a Carla Eymar, jurista especializada en derecho medioambiental y vicepresidenta de la ONG Xaloc Mar. Carla nos habla sobre su trayectoria, sus desafíos y logros, y su apasionante trabajo en la protección de nuestros océanos, ¡bienvenida, Carla!

¿Podrías presentarte, por favor?

Mi nombre es Carla Eymar y cuando me preguntan a que me dedico me gusta describir mi trabajo como conservacionista. Detrás de este calificativo la realidad es que soy una jurista especializada en derecho medioambiental que lleva más de 10 años dedicada a la divulgación y recuperación del medio marino.

¿Cuál es tu profesión o rol actual?

Actualmente soy vicepresidenta de la ONG Xaloc Mar, en la que llevo trabajando junto a mis compañeros y compañeras desde hace 10 años. Entre ellos se encuentran algunos de mis mejores amigos e inspiraciones y por supuesto mi padre, quien me enseñó a ver la mar como una forma de vida.

Además, desde que terminé mi especialización en Derecho Medioambiental y Sostenibilidad he trabajado en consultoría legal y transformación tecnológica y más recientemente en la gestión de proyectos internacionales de energías renovables.

¿Qué te inspiró a seguir una carrera relacionada con el océano?

Me crie con la mar, mi padre, de profesión Oceanógrafo, me inculcó la costumbre de la lucha por la biodiversidad de nuestros mares. Desde que tengo memoria me he criado entre tortugas marinas, y por ello me considero una privilegiada, ya que se trata de una especie poco común y declarada vulnerable y para mí siempre estuvo presente en mi vida.

Decidí estudiar Derecho como carrera académica y más tarde especializarme en Derecho Medioambiental y Sostenibilidad. Para mí una definición correcta de “el Derecho” sería la habilidad para dar voz a las causas y personas que no la tienen, y yo escogí dar voz a lo que para mí es uno de los grupo más desamparados y vulnerables del planeta, los que habitan en las profundidades de los océanos, los animales y hábitats marinos, absolutamente desconocidos por los que habitamos en la tierra.

Pero sin duda fue crecer con mi perrita de aguas Duna, lo que me despertó el amor por los animales, Duna, haciendo honor a su nombre siempre fue feliz en la costa, nadando en  la mar.

¿Podrías describir tu trayectoria profesional y cómo llegaste a tu posición actual?

Se podría decir que nací en la mar y sobre todo rodeada de animales. Mi padre que trabaja desde hace más de 30 años en el centro de recuperación de animales salvajes de la Generalitat Valencia (técnico en recuperación de fauna marina) se preocupó de inculcarme más que el amor por los animales, el amor por la protección y cuidado de los mismos.

No fue hasta los 16 años que decidí que mi papel en la conservación no podía quedarse en el de una mera espectadora que acompañaba a mi padre en sus aventuras, y decidí unirme al grupo de voluntarios de Xaloc. Ahí viví mi primer campamento tortuga (campamento de custodia de nidos de tortuga marina, boba (Caretta caretta)). Después de aquella experiencia mi compañero en Xaloc Alex y yo nos metimos de lleno a ayudar a Carles, Juan y Jose (fundadores de la asociación) en todo lo que podían necesitar.

Casi una década más tarde, todos seguimos trabajando conjuntamente por la protección de nuestros mares. En la actualidad ostento el cargo de vicepresidenta de la asociación, pero lo cierto es que mi trayectoria ha sido muy completa, he pasado por la asesoría jurídica, la comunicación y sigo siendo yo quien redacta los escritos y notas de prensa oficiales, pero sin duda mi parte favorita es la gestión del Voluntariado, actualmente coordino a más de 700 personas voluntarias que prestan su ayuda desinteresada a la divulgación y protección del mar Mediterráneo.

Contado así puede parecer sencillo, pero detrás hay toda una década de veranos en vela, cuidando y organizando las diferentes ediciones del campamento, mucha investigación, papeleo y dedicación infinita. Pequeñas batallas superadas que nos han forjado en el espíritu de la superación y el crecimiento personal y profesional.

¿Cuáles han sido los desafíos más significativos que has enfrentado en tu carrera?

El desafío más grande es el de la crítica hacia esta profesión, por un lado, tienes al grupo de personas que te preguntan constantemente si estás segura de que esto es un trabajo de verdad. La respuesta es simple, no es un trabajo normativo y es mucho más que un trabajo, la conservación de la naturaleza se convierte en una forma de vivir, en la que por supuesto hay mucho por hacer y trabajo constante. Y por otro lado están todas las trabas y el ego instaurado en esta profesión.

Es un sector complicado, donde llegar a ser reconocido por tu trabajo es una carrera de fondo, y por el camino, sobre todo si comienzas a una edad tan joven como hice yo, te encontrarás con personas que dudarán de tu dedicación y seriedad como profesional, simplemente por ser una “niña”. Podría decir que la edad ha sido una lucha constante en mi carrera profesional.

¿Cuáles consideras que son tus mayores logros en tu carrera?

Es curioso, aunque mi dedicación es por y para los animales y sus ecosistemas marinos, mis mayores logros han sido puramente humanos. Haber conseguido formar el equipo de personas que compone Xaloc es todo un éxito profesional. Encontrar por el camino personas de diferentes sectores profesionales (comunicación, producción, ciencia, sanidad, derecho…) que quieran dar su tiempo y vida para favorecer a la conservación de los mares es tarea difícil pero que se complementen trabajando juntos, es utópico y creo que puedo afirmar que ahí está el éxito, en haber creado un equipo competente, soñador y efectivo. Con Alejandra, Dani, Juan, Carles, Alex, Jose y Sergi todos los retos parecen factibles.

Si me centro en lo puramente profesional, podría hacer una lista de hitos interminable que han marcado mi carrera, como la firma de nuestro primer convenio de custodia del territorio con La Red Nacional de Paradores de España, la participación en el Life Medturtles o el Life Intemares, desarrollar campañas de anidación de tortuga boba para todo el mediterráneo español de la mano de la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Transición Ecológica o incluso el poder organizar cursos formativos juntando a las mayores expertos en cetáceos y tortugas marinas de España, pero como digo, son las personas las que reconozco como mi mayor logro en mi trayectoria profesional.

Por supuesto que a esta carrera le acompañan momentos que parecen sueños, como los nacimientos y eclosión de los pequeños neonatos de tortuga boba y ver como nadan en la mar por primera vez, avistar delfines a distancias cortas o presenciar rescates de la segunda ballena más grande del mundo, pero a estas experiencias no las podría denominar “logros en mi carrera profesional”, pues para mí son regalos que me ha ido haciendo la naturaleza en mi camino de la lucha por la protección de los hábitats marinos.

¿Cuáles son tus objetivos futuros en tu trabajo?

La comunicación siempre ha sido y será mi pasión, poder escribir, trasladar y trasmitir mis pensamientos. Próximamente me gustaría comenzar mis estudios de Doctorado en Derecho Público y Medio Ambiente. Se trata de un nuevo reto que afronto con verdadera motivación. Me apasiona la idea de divulgar y compartir mis conocimientos y aportar datos relevantes al desarrollo sostenible y la conservación de los espacios naturales. Bueno y por supuesto, continuar luchando por salvar nuestros mares.

¿Hay alguna persona en particular (¡especialmente una mujer!) que haya influido significativamente en tu carrera?

Si hoy pongo tanto empeño e ilusión a la conservación marina es gracias a mi madre, ella como yo estudió derecho y siempre me ha instado a perseguir mis sueños y no descentrarme de mi objetivo principal, sin importar las críticas o aquello que el resto pudiese opinar sin fundamento. También es quien ayuda a revisar mis textos y escritos, siempre siendo capaz de aportar la visión crítica desde una posición constructiva. Ella me enseñó a desarrollar mi habilidad por escuchar, aprender, atender y absorber conocimientos algo que estaré siempre profundamente agradecida.

¿Qué habilidades o conocimientos crees que son esenciales para alguien que comienza en la conservación del océano?

Para mí, una de las habilidades más importantes es la de saber o aprender a comunicar, en todas sus formas. De nada sirven los hallazgos científicos o los estudios si no se aplican luego en la práctica diaria social, y para ello hay que hacer que las personas conozcan las consecuencias de sus actos. Hay una frase que siempre llevo por bandera “Si lo conoces lo amas, si lo amas lo cuidas”, esa conciencia se consigue gracias a la divulgación y la comunicación efectiva, dos de las habilidades que reconozco como imprescindibles para el éxito de la conservación de los océanos.

Si lo conoces lo amas, si lo amas lo cuidas

¿Cómo ves el futuro de la conservación del océano?

Si miro al futuro siento una profunda incertidumbre, pero también veo escrita en grande la palabra “COMPROMISO”. Compromiso social por mejorar la salud de nuestros mares y sus habitantes, compromiso para crear un tejido empresarial basado en la economía circular, y compromiso legislativo para normar las acciones y el cumplimiento hacia la tendencia del desarrollo sostenible y respetuoso con nuestros espacios naturales.

En definitiva, un futuro comprometido y esperanzador, o al menos eso es lo que busco yo a nivel personal, pero creo firmemente que solo nosotros mismos podemos construir el futuro que deseamos y que se cumplirá todo aquello en lo que no dejemos de creer y esforzarnos por conseguir.

¿Cuáles crees que son las mayores amenazas para los océanos?

Hay múltiples factores que amenazan la supervivencia de nuestros ecosistemas costeros y marinos, ejemplo de ello son la desmedida industrialización y construcción de infraestructuras, el turismo no respetuoso, el tráfico marítimo descontrolado, la sobrepesca, la falta de regulación y la escasez de zonas y áreas marinas protegidas, etc. Pero bajo mi opinión personal la mayor amenaza para nuestros océanos es el vertido exorbitante de residuos de origen telúrico, en su mayoría de origen plástico, al que nos enfrentamos cada día. No solo afectando a los niveles de toxicidad sino convirtiéndose en armas letales para la biodiversidad de nuestros mares de manera directa. Detectada la amenaza ahora debemos encontrar alternativas y soluciones.

Si pudieras cambiar una cosa sobre la forma en que se aborda hoy la conservación del océano, ¿qué sería?

Algo que cambiaría es la facilidad que existe en la actualidad para favorecer al oportunismo en el sector de la conservación. Prácticamente todas las corporaciones y profesionales públicos y privados quieren sumarse a la tendencia de la conservación marina, pero esto no tiene ningún recorrido si se queda en un simple lavado de imagen, como ocurre en muchas ocasiones.

Este conocido como “green washing” eclipsa las acciones reales de las entidades que si actúan de manera efectiva y real. Además, esta tendencia del conservacionismo marino ha hecho florecer empresas o grupos que dicen ser abanderados de la economía circular o el desarrollo sostenible, por ejemplo, en el sector del reciclado de residuos plásticos, sin ser del todo cierto. Abogo por una mayor trazabilidad, por no ser susceptibles de creernos todo lo que nos cuentan, ni optar por la solución más rápida o fácil. Existen muchas asociaciones, empresas y profesionales independientes que se esfuerzan a diario por conservar el océano y lo hacen con convicción y pasión, estas son las personas y empresas que deben ser reconocidas por ello.

¿Qué consejo le darías a otras mujeres o niñas que aspiran a trabajar en la conservación del océano?

Más que un consejo sería una advertencia, el camino no es fácil ni se recorre sobre llano, es una cuesta con subidas y bajadas y pequeñas batallas que complican el encontrar tu sitio en el sector del cuidado y protección de la mar, pero no debes rendirte. La dedicación por la mar es una vocación y yo a la vocación le llamo suerte, es una pasión, una virtud que no todo el mundo es capaz de sentir, si la sientes sigue adelante, los ecosistemas marinos te necesitan.

Debes saber que nunca es demasiado tarde para perseguir tu vocación, siempre es un buen momento, al igual que nunca es demasiado pronto, no dejes que nadie te recuerde lo joven que eres y la imposibilidad para hacer algo relevante a temprana edad. Tengas la edad que tengas perteneces a ese grupo de personas en peligro de extinción que tienen una vocación, y no debemos dejar que desaparezcamos. 

¿Tienes algún pensamiento o mensaje final que te gustaría compartir?

Me gustaría lanzar un mensaje de unidad y esperanza. La carrera en la conservación marina puede llegar a ser muy gratificante, pero también muy frustrante. Puede parecer que todo aquello que consigas por mucho trabajo que te haya costado lograrlo será un cambio insignificante en la protección de nuestros mares y sus ecosistemas, pero eso es sin duda una idea errónea. Toda acción, cambio o aporte es un grano de arena depositado en la conservación del océano y muchos granos de arena juntos forman dunas que se convierten en una barrera natural de protección para nuestros ecosistemas marinos.

Me gustaría trasladar algo que en Xaloc siempre recordamos y es que todos los esfuerzos y acciones son necesarios hoy en día. Cuando nos preguntan por nuestro objetivo siempre respondemos “crear un mundo donde Xaloc no tenga razones para existir” y eso es algo que sé que mi generación y las venideras no seremos capaces de presenciar, pero tal vez en un futuro si todos trabajamos en conjunto ese objetivo se convierta en una realidad.

En definitiva, animo a todas las personas que quieran dedicarse a la conservación marina que sigan luchando por nuestras mares, nosotros los conservacionistas somos la voz de los ecosistemas y nos necesitan. ¡Buena Mar y nos vemos surcando los mares!

Esperamos que esta entrevista con Carla Eymar haya sido tan inspiradora para ti como lo ha sido para nosotras. Su dedicación y pasión por la conservación marina nos recuerda la importancia de seguir luchando por nuestros mares y la biodiversidad que albergan.

Puedes encontrar a Carla en LinkedIn, Xaloc y otras entrevistas

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